¿Te gustaría hacer crecer tu dinero pero no sabes cómo empezar a invertir? No te preocupes, en este artículo te vamos a dar algunos consejos básicos para que puedas dar tus primeros pasos en el mundo de las inversiones.
¿Qué es invertir?
Invertir es poner tu dinero a trabajar para ti, es decir, destinar una parte de tus ahorros a algún tipo de activo financiero (acciones, bonos, fondos, etc.) que te genere una rentabilidad o un beneficio en el futuro.
Invertir tiene muchas ventajas, como:
- Aumentar tu patrimonio y tu poder adquisitivo
- Proteger tu dinero de la inflación y la pérdida de valor
- Alcanzar tus objetivos financieros a corto, medio y largo plazo
- Generar ingresos pasivos que complementen tu salario o tu pensión
¿Cómo empezar a invertir?
Antes de empezar a invertir, debes tener en cuenta algunos aspectos importantes, como:
- Tu perfil de riesgo: es el grado de tolerancia que tienes ante las posibles pérdidas o fluctuaciones de tus inversiones. Depende de tu edad, tu situación personal y profesional, tus conocimientos financieros y tus expectativas de rentabilidad.
- Tu horizonte temporal: es el plazo que tienes previsto para mantener tus inversiones. Puede ser corto (menos de un año), medio (entre uno y cinco años) o largo (más de cinco años).
- Tu diversificación: es la distribución de tu dinero entre diferentes tipos de activos financieros, sectores, mercados y países. Te ayuda a reducir el riesgo y a aprovechar las oportunidades que ofrece cada uno.
- Tu estrategia: es el plan que vas a seguir para elegir y gestionar tus inversiones. Puede ser activa (implica un seguimiento y una toma de decisiones frecuente) o pasiva (implica una selección inicial y un mantenimiento periódico).
¿Dónde invertir?
Existen muchos tipos de activos financieros donde puedes invertir tu dinero, cada uno con sus características, ventajas e inconvenientes. Algunos de los más comunes son:
- Acciones: son partes del capital de una empresa que cotiza en bolsa. Te dan derecho a participar en sus beneficios y a votar en sus juntas de accionistas. Su rentabilidad depende de la evolución de la empresa y del mercado. Son activos de alto riesgo y alta rentabilidad potencial.
- Bonos: son títulos de deuda que emiten los gobiernos o las empresas para financiarse. Te pagan un interés fijo o variable durante un plazo determinado y te devuelven el capital al vencimiento. Su rentabilidad depende de la solvencia del emisor y de las condiciones del mercado. Son activos de bajo riesgo y baja rentabilidad potencial.
- Fondos: son vehículos de inversión colectiva que reúnen el dinero de varios inversores y lo invierten en una cartera diversificada de activos financieros. Te permiten acceder a mercados y sectores que quizás no podrías por tu cuenta. Su rentabilidad depende de la gestión del fondo y del comportamiento de los activos que lo componen. Son activos de riesgo y rentabilidad variable según el tipo de fondo.
¿Cómo invertir?
Para invertir tu dinero, necesitas abrir una cuenta en una entidad financiera que te ofrezca los servicios y productos que te interesan. Puede ser un banco, una gestora, una plataforma online, un asesor financiero, etc.
Una vez que tengas tu cuenta, debes elegir los activos financieros que quieres comprar, teniendo en cuenta tu perfil de riesgo, tu horizonte temporal, tu diversificación y tu estrategia.
Después, debes ejecutar las órdenes de compra y venta a través del canal que te facilite la entidad financiera (teléfono, internet, oficina, etc.).
Finalmente, debes hacer un seguimiento periódico de tus inversiones, revisando su evolución, su rentabilidad y su adecuación a tus objetivos. Si es necesario, puedes hacer ajustes o cambios en tu cartera.
¿Qué debes evitar al invertir?
Invertir puede ser una actividad muy gratificante, pero también implica algunos riesgos y errores que debes evitar, como:
- Invertir sin tener un fondo de emergencia: es el dinero que tienes ahorrado para hacer frente a imprevistos o gastos extraordinarios. Debe ser suficiente para cubrir entre 3 y 6 meses de tus gastos fijos. Debes tenerlo en un lugar seguro y accesible, como una cuenta corriente o un depósito.
- Invertir sin tener un objetivo claro: es el motivo por el que quieres invertir tu dinero. Puede ser comprar una casa, pagar la universidad de tus hijos, jubilarte anticipadamente, etc. Debe ser específico, medible, alcanzable, relevante y temporal.
- Invertir sin conocer tu perfil de riesgo: es el grado de tolerancia que tienes ante las posibles pérdidas o fluctuaciones de tus inversiones. Depende de tu edad, tu situación personal y profesional, tus conocimientos financieros y tus expectativas de rentabilidad. Debes invertir solo en activos que se ajusten a tu perfil de riesgo.
- Invertir sin diversificar: es poner todo tu dinero en un solo tipo de activo financiero, sector, mercado o país. Te expone a un riesgo innecesario y te hace perder oportunidades. Debes distribuir tu dinero entre diferentes tipos de activos financieros, sectores, mercados y países.
- Invertir sin informarte: es comprar o vender activos financieros sin tener una base sólida de conocimiento sobre ellos. Te hace tomar decisiones irracionales o impulsivas. Debes informarte bien sobre los activos financieros que te interesan, su funcionamiento, sus ventajas e inconvenientes, sus riesgos y su rentabilidad potencial.
- Invertir sin asesorarte: es actuar por tu cuenta sin contar con la ayuda de un profesional que te oriente y te aconseje. Te hace cometer errores o perder oportunidades. Debes buscar el asesoramiento de un experto que te ofrezca un servicio personalizado, transparente e independiente.
Conclusión
Invertir es una de las mejores formas de hacer crecer tu dinero y alcanzar tus objetivos financieros. Pero para hacerlo bien, debes tener en cuenta algunos aspectos importantes, como tu perfil de riesgo, tu horizonte temporal, tu diversificación y tu estrategia. Además, debes evitar algunos errores comunes que pueden perjudicar tus resultados. Si sigues estos consejos, podrás empezar a invertir con confianza y seguridad. ¡Mucha suerte!